Voz del Obispo

Mi carta al Niño Dios

Mons. Domingo Díaz Martínez pide para esta Navidad que se cuide de los niños, adolescentes, jóvenes, papás y abuelitos; además, por las vocaciones sacerdotales y por la unidad y fraternidad entre la sociedad.

“Ante todo debemos prepararnos para un tiempo lleno de esperanza, entre nosotros y todos los que nos rodean” 


E stamos en plenos prepa- rativos para las fiestas de la Navidad; los detalles son variados a nivel fa- miliar y social, pero ante todo de- bemos prepararnos para un tiempo lleno de esperanza, entre nosotros y
todos los que nos rodean.
Por eso, las principales ade-
cuaciones deben ser aquellas que nos ayuden a abrirnos a una espe- ranza viva en nuestro Salvador, para que podamos celebrar una Noche Buena con sentido pleno.
Jesús, el hijo de José e hijo de María, no es alguien lejano o per- dido en la historia, sino que está de formaverdaderayrealentrenoso- tros; por eso hoy le entrego mi carta:

Hermoso y divino Niño:
Estoy seguro que tú cono- ces todas nuestras parroquias, que tú conoces los corazones de cada uno de nuestros sacerdotes y semi- naristas, y que conoces muy bien a nuestros niños, adolescentes y jó- venes; por eso, en esta Navidad te pido: primero, cuida a los papás y abuelitos de nuestros niños; segun- do, regálanos muchas vocaciones; tercero, regálales a nuestros sacer- dotes y seminaristas el don de la unidad y de la fraternidad; cuarto, cuida a nuestros niños, adolescentes y jóvenes de las dependencias, esto te lo pido porque como tú ya sabes, tienen muchas, pero muchas ganas de legalizar la marihuana; y, quinto, te pido hagan llegar paz y alegría a mi corazón.

Te quiero mucho
Domingo.