sábado, 30 de enero de 2016

Columna Música

Recitar o cantar un Salmo


Por: Pbro. Josué Luna Ordóñez
        Cuarto de Teología

 Cantar para el Señor, es servir…¡Usa tus dones para servir! ¡Canta a Dios!



El que te pidan un servicio en la Liturgia es hasta de gran honor, pero cuando se trata de servir en el ministerio de ser salmista, resulta ser un verdadero conflicto.

Actualmente se va cayendo en el temor de no saber cómo se sirve a Dios al proclamar, recitar o cantar un Salmo dentro de la celebración de la Eucaristía.

Recordemos que como presupuesto fundamental es que la Liturgia se realice de forma armoniosa, procurando la belleza del acto celebrativo.

Entonces, esto nos da pie para poder servir mejor a la hora de prestar el servicio de salmista. Depende igual de los dones o carismas que tengas desarrollados para este servicio; sin embargo, no excluimos que el Salmo sea una respuesta a Dios, una alabanza que de todos brota para poder tener un encuentro con su palabra.

Proclamar es digno; la palabra se proclama, a Dios se le presta la voz para que su voz resuene en los oídos y corazones de sus hijos. Por lo tanto, se proclama con firmeza, claridad y colocación.

Se recita la palabra y resulta muy cercano este modo, pues cuando se hace se busca dar a compartir lo que el autor pudo haber sentido a la hora de escribir.


Se canta el Salmo en razón de que es la forma de armonizar nuestras voces, de responder de forma melódica a su llamada, tendría que ser con un ritmo sencillo que ayude a todos a emprender esa alabanza.

Se canta porque brota de la sensación intensa de amar su obra en nosotros. ¡Canta el salmo! ¡Prepárate! ¡No tengas miedo de alabar a tu Señor…!


No hay comentarios:

Publicar un comentario