sábado, 30 de enero de 2016

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Movimientos 2

Adoración Nocturna Mexicana


·      La ANM es una asociación de fieles (seglares o sacerdotes) que tiene por objeto hacer guardia y oración durante las horas de la noche a Jesús Sacramentado, en reparación y desagravio de los ultrajes que hace la humanidad.

Por: Juan Carlos Santos Ávila
Curso Introductorio

“La Adoración al Santísimo Sacramento es un acto que debe hacerse con amor, sacrificio y expiación, pues es una devoción santa ante los ojos de Dios”


La Adoración Nocturna Mexicana (ANM) es de mucha importancia para todo el mundo, porque donde la hay “es como si hubiera un rayito de luz” que ilumina a todo ser viviente que habita en la tierra.

El principal objetivo de este movimiento es precisamente la Adoración al Santísimo Sacramento, expuesto una vez al mes durante la noche, pero también en las 40 horas del Santo Jubileo que se realiza previo a la fiesta de Corpus Cristi.

Es una asociación de fieles (seglares o sacerdotes) que tiene por objeto hacer guardia y oración durante las horas de la noche a Jesús Sacramentado, en reparación y desagravio de los ultrajes que hace la humanidad.

La Adoración al Santísimo Sacramento es un acto que debe hacerse con amor, sacrificio y expiación, pues es una devoción santa ante los ojos de Dios. 

Este movimiento nace en Roma, en 1809, durante el pontificado de Pío VII. Como tal, su iniciador fue el sacerdote Santiago Sinibalde, canónico de Santa María.

Su erección canónica como cofradía data aproximadamente del 23 de diciembre de 1815, poniéndola bajo la amorosa protección de la Santísima Virgen María, madre de Dios y madre nuestra, y también bajo el patrocinio de San Pascual Bailón, con su sede central para todo el mundo en Roma.

¿Cuándo llega a México?

En México, la Adoración Nocturna se funda el 5 de febrero de 1900, en el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, en la Ciudad de México.

Posteriormente, se extendió a otras muchas partes de nuestro país. Cuatro años más tarde, una vez reforzada en nuestra nación, el 5 de mayo de 1904, fue agregada a la “Prima Primaria de Roma”, donde el 29 de junio de 1913, el papa Pío X la elevó a la categoría de Archicofradía.

Se facultó al consejo nacional para que pudiera agregar a ella todas las asociaciones eucarísticas que se establecen dentro del territorio mexicano, con los mismos estatutos y el título, a fin de que pudieran disfrutar de las gracias, indulgencias y privilegios concedidos por la Santa Sede; por eso ahora nosotros la llamamos Adoración Nocturna Mexicana.

Sin embargo, para que pueda llevarse a cabo necesitamos de hombres, mujeres y niños que voluntariamente juren ante Jesús Sacramentado, para que le ofrezcan, cada mes una noche de amor y sacrificio ante su santísima presencia, en reparación de sus faltas y las del mundo entero. Estas valientes personas llevan el título de adoradores nocturnos.
Por eso, para su organización y funcionamiento debe estar formada por secciones y estas a su vez por turnos. Pero… ¿qué son secciones y turnos? Una sección es un grupo de adoradores bien organizados que tienen su consejo de sección: presidente, secretario, tesorero y dos vocales.
Una sección debe tener por lo menos 14 adoradores activos que puedan distribuirse por lo menos en las siete horas de vela en una vigilia. Deben permanecer en guardia en el templo y estar atentos para su hora de vela.
Los turnos están integrados por adoradores de tres clases:

Adoradores activos
Son todos los varones mayores de 18 años que se comprometieron a tomar parte en las vigilias nocturnas y velar una hora cada mes en la iglesia durante la noche, imitando al mismo Jesús que oró en El Huerto.



Adoradores honorarios
Son todas las demás personas: hombres que por su edad avanzada, trabajo excesivo, atenciones de la familia, estudios o enfermedades, están impedidos a permanecer en la iglesia durante toda la noche; así como las mujeres y los niños, pero que gozan de todas las gracias y favores espirituales de la adoración nocturna.

Adoradores tarsicios e inesitas
Llamados así en honor a los niños mártires de la Eucaristía, son todos los mayores de 10 años que han hecho su Primera Comunión y que también desean rendir adoración.

Todos ellos juraron ante Jesús Sacramentado, en un acto solemne, cumplir con el compromiso de otorgarle una noche de cada mes durante toda su vida, teniendo como testigos al sacerdote, socios de la sección, hermanos de las secciones de la diócesis representados en el Consejo Diocesano y los de las secciones del país, representados en el Consejo Nacional, que los acompañaron en esa noche.

Por último, cabe mencionar que en la arquidiócesis hay secciones que llevan más de 80 años, pues aunque la Adoración Nocturna Diocesana está registrada como tal desde el año 1968 (cuando aparece como Consejo de Sección en catedral y después en el santuario de Nuestra Señora de los Ángeles), entre las más antiguas están la de Villa de Tezontepec y Huauchinango.

Son alrededor de 30 parroquias que tienen ANM y algunas de estas tienen dos secciones. Hay otras que cuentan con varios adoradores, por ejemplo, la de Villa Ávila Camacho (La Ceiba), con más de 500; por el contrario, otras suman pocos miembros en su sección.

Movimientos 1

Movimiento de Cursillos de Cristiandad


Por: Julián Juan Hernández Vera
       Presidente arquidiocesano del MCC

·      El MCC se caracteriza por un espíritu gozoso de encuentro con la persona viva de Jesús, como salvador y amigo.




“María también ocupa un lugar especial en la vida de quien ha vivido un cursillo: es madre, intercesora y modelo de fidelidad a la voluntad de Dios”


Fundación
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) tuvo su fuente de inspiración  en la pegrinación que se realiza a la catedral de Santiago de Compostela, en España.
Un grupo de jóvenes de la Acción Católica de la isla de Mallorca, participantes repetidas veces en esa peregrinación anual, decidieron hacer un “curso breve” o retiro previo a la caminata del año 1943, con el propósito de que fuera de más provecho espiritual y personal.
Al constatar los beneficios, se dieron cuenta de que tenía un valor en sí mismo como parte del “caminar diario en la vida”.  
Entonces, estos jóvenes, entre ellos: Eduardo Bonín, José Ferrugut y Juan Mir, entre otros, con algunos sacerdotes como José Dameto, Sebastián Gayá, Juan Capó y, más adelante, Mons. Juan Hervás, obispo de Mallorca, complementaron un esquema vivencial y testimonial de pláticas (“rollos”) que se impartieron en forma de un retiro o “curso de tres días”; así nació el formato básico de los “Cursillos de cristiandad”.

Características
El MCC se caracteriza por un espíritu gozoso de encuentro con la persona viva de Jesús, como salvador y amigo. Este descubrimiento y relación personal con Él constituye el espíritu profundo y esencial del movimiento,  y propicia una actitud de servicio hacia los hermanos.
Quien ha tomado un cursillo sabe que su intimidad con Cristo se mantiene viviendo en gracia y teniendo como alimento la Eucaristía. María también ocupa un lugar especial en la vida de quien ha vivido un cursillo: es madre, intercesora y modelo de fidelidad a la voluntad de Dios.
Cursillos, como movimiento de Iglesia, necesita la participación del sacerdote y también una continuidad de catequesis en quienes lo han tomado.
El mismo movimiento trata de llevar esta catequesis por medio de la escuela de maduración y de sus “reuniones de grupo”, -así como otras más grandes llamadas “Ultreyas”, ya sean diocesanas, regionales, nacionales y mundiales.

Finalidad
Desde el principio, el movimiento ha entendido que su misión es dar testimonio de vivencia del espíritu cristiano en sus ambientes: familiar, laboral y amistades, así como en los demás propios de la comunidad.
En este sentido, su participación dentro de la gama de servicios y ministerios que contiene el “Plan pastoral” de una parroquia, el movimiento de cursillos se ubica específicamente como un apoyo al ministerio de evangelización.
Tratándose de un “movimiento de Iglesia”, y no sólo de seglares, requiere esencialmente de la orientación y acompañamiento de los sacerdotes y especialmente del párroco de cada lugar.
El asesor eclesiástico es la garantía de la unión jerárquica bajo el pastor auténtico, que es el obispo en cada diócesis.

Desarrollo del movimiento
Después de su fundación en los años cuarentas, el MCC, por su eficacia como instrumento de evangelización, se ha extendido por Europa: España, Francia, Austria y Alemania; EEUU: Texas y California; y América Latina: Venezuela, Perú y Colombia, por citar algunos ejemplos.
El papa Paulo VI, el 14 de diciembre de 1963, en el decreto pontificio Viget salubriter, declaró a San Pablo como patrono de los Cursillos de Cristiandad.
El movimiento llegó a la República Mexicana en 1960; actualmente, en la mayor parte de las diócesis y en algunas de ellas es uno de los principales instrumentos de evangelización y servicio.
En Tulancingo, el primer cursillo se celebró en Pachuca, del 16 al 19 de septiembre de 1961, en las instalaciones del Instituto Hidalguense de los Hermanos Maristas.
El equipo que impartió ese cursillo provenía de Querétaro. Hasta la fecha, en nuestra arquidiócesis se han celebrado 119 cursillos para mujeres y 113 para hombres.
Cuenta el movimiento con los siguientes centros: Pachuca, Tulancingo, Huauchinango, Xicotepec, Real del Monte, Apan  y  San Agustín Tlaxiaca (en otras parroquias no ha podido tener continuidad).

Nota final
Cursillos, por ser un “movimiento”, no tiene organización formal de quienes lo han vivido. Sólo cuenta con un secretariado arquidiocesano y una escuela en cada centro, desde donde se promueve la celebración de cursillos y de ultreyas.
Quien ha vivido un cursillo puede realizar su apostolado libremente en cualquier otra organización parroquial de piedad o de servicio. Por eso, el movimiento trabaja con alegría, ofreciendo su grano de arena en la inmensa labor de la Iglesia, sabiendo que cada cristiano tiene la misma triple misión: profética, sacerdotal y de servicio.

Asimismo, el movimiento tiene puesta la esperanza en la ayuda y acción del Espíritu Santo y en la protección maternal de María, medianera de todas las gracias.