sábado, 14 de noviembre de 2015

Movimientos 1

Movimiento de Pandillas de la Amistad


El grupo es la llave para alcanzar un mundo mejor, forjado por niños que han sentido el llamado a dar el sí y participar en la más noble de las virtudes humanas: amar al prójimo.



Por: Sem. Serafín De la Cruz De la Cruz
       Segundo de Filosofía

Es muy triste ver la época que nos ha tocado vivir, donde los avances de la ciencia y la tecnología acaparan toda la atención de nuestros niños, y que sin duda provoca un distanciamiento cada vez más notorio de la Iglesia con su propia vida.

Bajo esta premisa, el Movimiento de Pandillas de la Amistad (MPA) se vuelve en una gran opción para las comunidades de la Arquidiócesis de Tulancingo, porque desde su fundación surge como una respuesta del Espíritu Santo a los retos actuales.

En la década de los setenta, prestando su servicio en la Diócesis de Toluca, y con la intensión de que el infante tuviera un verdadero encuentro con Jesucristo, el padre Antonio Zamora planteó un método para la evangelización de los niños.

Con la ayuda de algunos jóvenes pertenecientes al Movimiento Jornadas de Juventud Cristiana, los días 13, 14 y 15 de febrero de 1973, el Señor le concedió al sacerdote la asistencia de 43 niños, en lo que fue el primer retiro.

No cabía duda que el Espíritu Santo estaba con el proyecto, por lo que se decidió realizar uno más, al que asistieron 10 niñas de entre 10 y 13 años.

¿Por qué pandillas?

El nombre se pensó después de que el primer grupo había vivido su retiro, por dos razones: la primera, por enfocarse en una edad en la que el niño busca refugio en un grupo con el que se identifique; la segunda, porque en esa época abundaban las pandillas de jovencitos que se dedicaban a destruir con actitudes vandálicas, por lo que se pensó formar un grupo de niños y pre-adolescentes que en vez de destruir, construyeran.

A este nombre se le agregó: “de la amistad”, por la fecha en que se dio el primer retiro, un 14 de febrero. Además, también por ser esta una palabra mágica para el ser humano, y una forma de amar a Dios. El nombre que finalmente se eligió para designar al movimiento fue: Pandillas de la Amistad.
Este grupo comenzó a expandirse al ser llevado a la zona de Hidalgo, el cual rindió muchos frutos en la diócesis.

Al paso de los años se ha contado con personas comprometidas en esta labor: matrimonios (tíos), niños, jóvenes (papis), sacerdotes y la confianza de tantos obispos que, como don Sergio Obeso Rivera, arzobispo de Xalapa, que durante el periodo comprendido del año 1995 al 1997 fungió como presidente de la CEM, el movimiento fue reconocido por la Comisión Episcopal para el Apostolado de los Laicos.

Momentos del MPA
Prepandilla 

Es la organización previa al retiro llamado Pandilla.
Pandilla

Se caracteriza por la organización y asistencia a un retiro de dos días y medio de duración, donde se imparte una doctrina con una espiritualidad y un método: también se tienen convivencias y juegos, entre otras actividades.
a) El retiro deberá vivirse independientemente (sexuado), sólo niños o sólo niñas, esto es con base en la personalidad del adolescente y con el fin de obtener un fruto mayor. Los jóvenes (papis o mamis) deben entrar a servir también separados.
b) Deberán quedar aislados del resto de la población.
c) La edad para integrar los equipos de servicio es de 10 a 15 años 11 meses.

Pospandilla

Se pretende la catequización periódica y sistemática al niño. Es muy importante, ya que una vez que se le presentó a Jesús, el niño debe continuar conociendo su personalidad, ideas y mensajes que dejó, a fin de que continúe conociéndose a sí mismo y a su entorno.
La Pospandilla se puede dar a través de:

a) Talleres. Reuniones periódicas que contendrán actividades de reforzamiento de la Pandilla, con la finalidad de que el niño siga madurando y creciendo espiritual y moralmente. Se deben incluir convivencias y pláticas a papás.
b) Apostolados. Que promoverán que los niños hagan labor social y de contenido evangélico, interesándose en los problemas de su comunidad sin olvidar su hogar, escuela y grupo de amigos.
c) Reuniones Nacionales Masiva y de Dirigentes. Con el fin de conocer que no están solos en su parroquia, sino que forman parte de la diócesis y a su vez de otras a nivel nacional, además de obtener conocimientos de convivencia y espiritualidad, se organizan una vez al año, cada una.
El Movimiento Pandillas de la Amistad (MPA) es la llave para alcanzar un mundo mejor, forjado por niños que han sentido el llamado a dar el sí y participar en la más noble de las virtudes humanas: amar al prójimo.


No hay duda que en la diócesis está dando muchos frutos, pero falta trabajo por hacer. Ojalá que nunca olvidemos aquellas palabras de Jesús: «Dejad que los niños se acerquen a mí» (Mc 10,14).

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