José Alfredo Salinas fue consagrado diácono
“Su familia expresó a los asistentes la felicidad por haber sido colaboradores y haber regalado una vocación a la Iglesia”
Por: Iván Bonilla
Trejo
Tercero de Filosofía
El
pasado 1 de julio, en la parroquia de San Agustín Tlaxiaca, recibió el orden
sacerdotal, en el grado de los diáconos, José Alfredo Salinas Espinosa, quien después
de terminar sus estudios en el Seminario de San José y vivir durante un mes con
el obispo, siguió preparándose para consagrar su vida a Dios.
La
celebración se llevó a cabo en la parroquia de San Agustín de Hipona, a la que
asistieron familiares y amigos, al igual que sacerdotes de la diócesis y de los
diferentes lugares donde había colaborado en el transcurso de su formación. Un
grupo de seminaristas participaron de la celebración y prestaron sus servicios
para el acto litúrgico.
Después
de hacer su profesión de fe, la promesa de obediencia y del celibato, llegó el
momento culminante de toda la celebración: por la imposición de manos y la
oración consecratoria de Monseñor Domingo Díaz Martínez, fue ordenado diácono.
En
la homilía, el Arzobispo de Tulancingo hizo hincapié en el verdadero significado
del servicio hacia los demás, del cual Alfredo había optado por consagrarse.
Puso especial importancia en que el ministerio que está llamado a desempeñar en
la Iglesia debe estar marcado por la caridad y la oración a favor del pueblo de
Dios.
Invitó
también a los fieles a orar para que el Señor le conceda la perseverancia y que
todos colaboren con Dios para cuidar la vocación que el Padre ha regalado a la
Iglesia en la persona de Alfredo; así también, expresó su gratitud a la familia
del nuevo diácono por regalarle un hijo a Tulancingo.
La
familia Salinas Espinosa expresó a los asistentes la felicidad por haber sido
colaboradores y haber regalado una vocación.
Reiteraron sus palabras a todas las personas que ayudaron al nuevo diácono para
llegar hasta ese momento e hicieron la invitación a los fieles a seguir orando
por la formación de los seminaristas que buscan ser pastores para el pueblo de
Dios.
Por
último, en un ambiente festivo y lleno de alegría, se compartieron los
alimentos en el salón parroquial ubicado a un costado del templo.
¡Diácono
José Alfredo Dios, bendiga tu ministerio!
No hay comentarios:
Publicar un comentario