sábado, 7 de mayo de 2016

Seminario: Visita del Papa

Un Padre que nos enseña a orar


Por: Daniel Ibarra Sánchez
        Primero de Filosofía

·    “Dime cómo rezas y te diré cómo vives, dime cómo vives y te diré como rezas», papa Francisco durante su encuentro con seminaristas en Morelia.



«Hay un dicho entre nosotros que dice: “Dime cómo rezas y te diré cómo vives, dime cómo vives y te diré como rezas», así fue como S.S. Francisco comenzó su homilía del 16 de febrero en el encuentro con sacerdotes, seminaristas y religiosas.

La salida de nuestro Seminario Diocesano de San José se dio a las 22:30 horas en dos autobuses con rumbo a la ciudad de Morelia, Michoacán, donde se realizaría el evento.

La llegada al estadio “Venustiano Carranza” se dio después de un trayecto de seis horas. Alrededor de las cuatro de la madrugada nos encontramos con un gran número de seminaristas, religiosas y religiosos que desde el día anterior llegaron para esperar la entrada al recinto.
En un primer momento fue difícil hallar el acceso, lo que provocó dispersión entre la multitud, pero a pesar de esto pudimos ingresar a las 6:50 horas.

Con un poco de frio en las gradas comenzaban las porras y alabanzas por la alegría de la visita del Sumo Pontífice. Poco a poco el cansancio se hizo más presente en todos a causa de todo lo sufrido durante esa noche, pero esto dio un giro tremendo cuando se anunció que el Papa estaba a punto de arribar a la ciudad alrededor de las 8:50 horas, por lo que nuevamente el júbilo inundó a todos: entre olas, cantos y porras esperábamos la presencia de Francisco en el estadio.

Una hora después llegó el momento esperado por todos los ahí reunidos: el Papa dio una vuelta alrededor de la pista del lugar para poder ser visto por todos. Terminada esta trayectoria dio inicio a la Eucaristía.

En un ambiente de oración fue como se dirigió a todos en la homilía, dejando su mensaje una gran resonancia en nuestros corazones y hablándonos de algo muy importante en nuestra vida como lo es la oración.

Terminó con unas palabras que hemos hecho nuestras: «Padre, papá, abba, tata, no nos dejes caer en la tentación de la resignación, no nos dejes caer en la tentación de la asedia, no nos dejes caer en la tentación de la pérdida de memoria, no nos dejes caer en la tentación de olvidarnos de nuestros mayores que nos enseñaron con su vida a decir: “Padre Nuestro”».

Terminada la celebración salimos del estadio alrededor del medio día, con la alegría de haber estado entre los que compartimos el mismo ideal de seguir a Cristo y consagrar nuestras vidas a Él.

Finalmente, la llegada a nuestro Seminario se dio cerca de las ocho de la noche, para descansar y meditar sobre lo que se nos fue transmitido en el encuentro.

Testimonios
“Que la asedia y la resignación no formen parte de mi vida para poder darle un sí lleno de amor al Señor que me ha llamado”.
 Manuel García Andrade
1° de Humanidades
«Nuestro primer llamado es hacer vivo el amor misericordioso del Padre».
Sergio Tenorio Aguilar
1° Filosofía
«Experimenté la presencia de Cristo en la persona del papa Francisco, quien nos habló. Bendito el que viene en nombre del Señor».
Ángel Alonso Arroyo

Curso Introductorio

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