jueves, 16 de junio de 2016

El Padre Nuestro en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino






El padre nuestro al ser la oración por excelencia, por ser pronunciada por Jesús nos enseña a pedir, a hablar a dios Padre sabiéndonos sus hijos, pues en Cristo ha sido restaurado el mundo y ha sido elevando a la categoría de hijos por adopción, esto significa que Jesús nos ama de manera eterna, pues en el somos injertados y, por esta razón la cercanía de Dios es fuente de paternidad para nosotros y fraternidad para con los hermanos.



Santo Tomás manifiesta que al penetrar en el misterio de la oración solo se encontrara paz, bondad, amabilidad, pues es fruto del espíritu que nos incita a entrar en dialogo, con aquel que nos ama y perdona para continuar en su presencia.



La instauración del Reino de los Cielos aquí en la tierra es también fruto de la oración que recitó Jesús, nunca olvidar que en la vida se debe buscar el Reino de Dios y su justicia se dará por añadidura, púes solo en esa búsqueda descubriremos a Cristo Mesías. Todo hombre cristiano que interioriza la oración del Señor debe comprometerse con la sociedad misma para vivir en amor, paz y justicia.



Dice Santo Tomás que también pedimos el pan material, pero sobretodo la fortaleza de corazón, y es indispensable pensar en pedir fuerza para continuar luchando en esta vida donde el pan se gana con el sudor de la frente, pero sin olvidar a los pobres y necesitados que llegan a caminar a nuestro lado y necesitan de nuestra caridad.



No olvidar que rezar el padre nuestro compromete y compromete con los Pobres de Dios, que son nuestros hermanos que el Señor ama de un modo particular como sus hijos, pues felices los pobres, pues de ellos es el Reino de los cielos, ha dicho Jesús.



Termina el comentario Santo Tomás explicando el amén, pues es la conclusión de reafirmar lo que profeso: mi amor a Jesús; no olvidarnos que el padre nuestro nos viene a enseñar al Padre Dios que está en todo lugar, pero que requiere de nuestra opción libre por Él y la construcción de su reino entre nosotros, para entrar en plena comunión con, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro salvador Jesucristo.  





Edwin G. Alvarado




COMENTARIO DEL PADRE NUESTRO DE SANTO TOMÁS




 Por: Sem. Iván Bonilla Trejo


Creo que al leer el comentario de Santo Tomás, podemos profundizar en las razones por las cuales el Padre Nuestro es la oración por excelencia, cada una de las palabras que pronuncia Jesús en esta oración tiene una profundidad que procede de un verdadero conocimiento del Padre, pero también de un profundo amor por los hombres. Cristo conoce las angustias, las preocupaciones más profundas de nosotros los hombres y al orar el Padre Nuestro quiere poner en nuestra boca aquello que es lo que necesitamos pedir y que muchas veces nosotros no pedimos en nuestra oración personal.

La oración busca ser un remedio para nuestros males, nuestras angustias, pero también busca saciar la sed de todo hombre en sus fracasos y alegrías, de saberse escuchado por alguien y de aspirar a trascender.

Por esta razón creo que el Padre Nuestro como comenta Santo Tomás primero es una oración de confianza filial a l llamar Padre a Dios, es también reconocer nuestra más alta aspiración unirnos con Él en el cielo, es una invitación a honrarlo como Padre santificando su nombre comportándonos como hijos de Él. Cuando oramos el Padre Nuestro Santo Tomás va haciendo también un análisis de virtudes como la piedad cuando pedimos el Reino de Dios, o la sabiduría, para hacer su voluntad lo que le agrada.

Al mismo tiempo en la siguiente petición nos invita a vivir el don de la fortaleza para no desfallecer cante las dificultades cuando expresamos danos el pan de cada día, el don de consejo y la humildad cuando pedimos perdón y nos comprometemos a perdonar. En la petición siguiente es decirle a Dios que nos ayude con su gracia para evitar el pecado y por último al pedir que nos libre de todo mal nos confiamos a Él no sólo para vernos libres del pecado sino de todo mal físico, moral o espiritual.

En conclusión dice Santo Tomás que no hay oración más perfecta porque en ella está todo lo que debemos y nos conviene pedir con fe esperanza y amor.